
Los inicios del siglo XXI nos trajeron de regalo a los amantes del séptimo arte el cine en 3D.
Si bien esta revolución comenzó por la pantalla grande, muy pronto se disfrutó de la película en 3D desde la comodidad del hogar.
Disfrutar de este tipo de cine sigue llamando la atención de todos, incluso ha supuesto mayores avances en esta industria.
Sin embargo, a los curiosos nos gusta ir más allá y conocer más detalles.
¿Cómo se hace el cine en 3D?

La forma en que se concibió el cine en 3 dimensiones guarda estrecha relación en cómo nuestros ojos perciben el entorno.
Es así que la visión binocular, también llamada visión esteroscópica, permite que dos imágenes que son captadas por nuestra vista en dos dimensiones se procesen en el cerebro con carácter tridimensional.
Esto es posible gracias a que tenemos los ojos ubicados uno al lado del otro y en la parte del frente del cráneo, producto de la evolución y adaptación de la que hemos sido parte.
Sin embargo, ¿cómo lograr que este proceso ocurra a través de una pantalla que proyecta imágenes bidimensionales?
Los avances tecnológicos de las últimas décadas permitieron que tecnología y biología se unieran para lograr la magia de ver una película en 3D.

La ciencia tiene la respuesta
Desde 1838 Sir Charles Wheatstone tenía la respuesta al inventar el esteroscopio que mostraba dos imágenes iguales ligeramente desplazadas y podian verse como una sola con sensación de profundidad.
Sin embargo, el invento para ser llevado al cine necesito de mejoras, teniendo en consideración la amplitud de las salas de cine.
La solución estuvo en gafas especiales. En un principio con un cristal cubierto por un celofán rojo y el otro por un celofán azul.
La utilización de éstos colores era que una imagen se viera por un ojo y la otra ligeramente superpuesta se observará por el otro.
Si las imágenes se observaran con las gafas se verían distorsionadas

Actualmente, para disfrutar de una película en 3D, no es necesario que las gafas tengan estos dos colores.
La tecnología ha permitido que se creen filtros LCD que sincronizan la imagen que se proyecta y lo que debemos percibir por cada ojo.
Sin embargo, no todos podemos disfrutar de este espectáculo.
Las personas con ciertas enfermedades oftamológicas como el estrabismo no logran ver las 3 dimensiones debido a las distancia a la que se encuentran sus ojos.
Por esta razón si vez una película en 3D y se cansa tu vista o sientes mareos, te recomendamos acudir al oftalmólogo.