Las ampollas son unas burbujas llenas del líquido que se acumula en unas especies de bolsas debajo de la capa superior de la piel. Por lo general se pueden encontrar llenas de pus, sangre o del suero de la sangre que suele ser claro y acuoso.
Suelen tener formas redondeadas y dependiendo de su origen, esta puede doler, picar mucho o poco, pudiendo aparecer en grupos o como una sola burbuja. Tienen como finalidad proteger y prevenir un mayor daño a los tejidos más profundos.
Qué causas pueden originar una ampolla
Las causas más comunes que pueden originar la aparición de ampollas son:
- La fricción: El frotar constantemente una parte de la piel puede provocar ampollas. Las áreas de la piel como las palmas de las manos y las plantas de los pies son más propensas a generar ampollas.
- La congelación: La ampolla es una respuesta del mecanismo de defensa del cuerpo para proteger las capas más profundas del daño generado por la temperatura.
- Las quemaduras: Las quemaduras se categorizan por las ampollas que se forman, tomando en cuenta el tiempo que tardan en formarse.
- Las quemaduras químicas: Ante la presencia de ciertos químicos la piel también tiende a generar ampollas. A esta condición se le conoce con el nombre de dermatitis de contacto. Puede ser por medio de cosméticos, detergentes, picaduras de insecto, etc.
Las ampollas son también un síntoma que acompañan algunas enfermedades, como:
- Varicela.
- Herpes.
- Eczema.
- Dermatitis herpetiforme.
- Dishidrosis.
- Entre otras.
Cómo se forman las ampollas
Las ampollas de fricción suelen ser las más comunes y por eso te explicaré como estas se forman. Estas se producen debido a un incremento de la tensión que existe entre la superficie de la piel con respecto al resto del cuerpo. El estrato espinoso suele ser la capa de la piel más susceptible a la fricción.
A medida que se realiza fricción las capas de la piel se van desprendiendo, dejando expuesta la piel que se encuentra debajo. Un líquido parecido al plasma se filtra de las células y llena el espacio faltante. Este fluido es el que hace posible que la piel se regenere y vuelva a crecer.
Cómo curar ampollas en la boca
Hay algunas formas en las que se pueden curar las ampollas de la boca de manera rápida:
- Aplicando compresas de té negro: Aplica directamente una bolsita de té negro sobre la ampolla en la boca para ayudar a su cicatrización. El té negro contiene taninos que es una sustancia astringente que elimina los residuos y la suciedad.
- Enjuágate la boca con una composición de agua con sal.
- Mastica clavitos de olor.
- Realiza gárgaras con leche de magnesia.
- Ingerir yogur natural.
Cómo curar ampollas reventadas
Para curar una ampolla reventada, lo primero que se debe hacer es drenar el líquido completamente para dejar intacta la piel que la recubre. Solo hay que seguir ciertas recomendaciones:
- Lávate muy bien las manos con agua y jabón.
- Limpia la ampolla con yodo.
- Esteriliza una aguja y frotarla con alcohol isopropílico.
- Pincha la ampolla con la aguja y deja que todo el líquido se drene, dejando en su lugar la piel que la recubre.
- Aplica una pomada en la ampolla como vaselina y cubrirla con una gasa.
- Hazle seguimiento diario para detectar alguna posible infección.
- Después de algunos días retira toda la piel muerta. Aplica un ungüento y cubre la herida.